¿Sabias que…? Hechos históricos sobre la manicura
Antiguo Egipto
En el Antiguo Egipto, tener las uñas largas era símbolo de gran sabiduría y de posibilidad de hablar con Dios. Las uñas largas las podían tener, por lo tanto, sólo la gente noble, los esclavos tenían las uñas cortas. Por el color de las uñas se podía adivinar también el estatus del dueño. La gente más rica y con el estatus más alto llevaba las uñas más llamativas. Claro que…¡ los esclavos no se pintaban las uñas! A Cleopatra, por ejemplo, le gustaba pintárselas con alheña para tener en sus uñas tonos rojos y marrones
Antigua China
En China antiguamente sólo los aristócratas podían permitirse llevar las uñas largas: a parte de las mujeres, las podían llevar… ¡también los hombres.!
Llevar las uñas largas entre las mujeres significaba ser un aristócrata que no trabajaba la tierra ni trabajaba con animales en la granja.
A los chinos le gustaba pintarse las uñas en oro y plata hasta el época de dinastía de Min; posteriormente empezó a estar de moda pintarse las uñas de rojo y negro
En la Antigua Roma sucedía lo mismo que en Egipto; en Francia, en cambio, sólo los hombres se pintaban las uñas en colores llamativos… ¡dejándose además la uña del dedo meñique larga!!!
El avance global en la historia de la manicura ocurrió en el siglo XX, en el año 1932. Charles Lashman hizo el primer esmalte para uñas de color rojo: este color sigue siendo el más popular hasta el día de hoy.
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